Coro:
Pues concebida
Fuiste sin mancha
Ave María
Llena de gracia.
Estrofas:
¡Oh Virgen Madre!
Nuestra abogada
Refugio dulce
De quien te llama.
A ti suspiran
Todas las almas
Arrepentidas
Oye sus ansias.
Oh nube hermosa
Llena y cargada
De aguas que salen
Del mar de gracias.
Ora pro nobis
Pues tu eficacia
Al invencible
Vence y aplaca.
Aurora hermosa
Luna sin mancha
Sol refulgente
Estrella magna.
Huerto cerrado
Donde las auras
Del astro aspiran
Suaves fragancias.
Lucero hermoso
Cuando me aparte
De acá este mundo
Tú me acompañes.
Bendita seas
Paloma casta,
Bendito el fruto
De tus entrañas.
Cuando este valle
Perdido estaba,
Vino el remedio
De tus entrañas.
Haz que rendida
Quede y postrada
La culpa siempre,
Triunfe la gracia.
Fuente perenne
Y pozo de aguas
Limpias que salen
Del mar de gracias.
Salgan tus luces
Y de las almas
Destierren sombras
De culpas tantas.
Cedro elevado
Fecunda palma
Con cuyo fruto
Sanan las almas.
Olivo verde
Paloma blanca
Iris que anuncia
Paz a las almas.
En todo tiempo
Tú nos ampares
Más en la muerte
Con más constancia.
Haz que tu hijo
Nos dé su gracia
Y en ella siempre
Perseverancia.
Ciudad hermosa
Fortificada
Para refugio
De quien te llama.
Rosa fragante
Más no espinada,
Pues de Dios eres
La preservada.
Judit valiente
Débora ufana,
Raquel hermosa
Que a todos gana.
Para alabarte
Siempre en la gloria
Donde esperamos
Cantar victoria.
Fuente serena
Y de Aguas Santas
Ave María
Llena de gracias.
Coro:
Dulces himnos cantando a María,
Vencedora del fiero dragón,
Saludemos al plácido día
De su hermosa y feliz Concepción.
Estrofas:
Concebida María sin mancha
Fuente pura de eterna belleza,
Del dragón infernal la cabeza
Quebrantó con su pie virginal.
Fue tan puro su instante primero
Cual de mayo aromática brisa,
Como de Eva la dulce sonrisa,
Al pisar del Edén el jardín.
De su madre en el seno aparece
Como lirio de púdico aroma,
Como blanca e inocente paloma,
Como rayo de luz matinal.
Como plácido aliento amoroso
Que en el huerto de célicas flores
Aspiró perfumada de olores,
El más bello y sin par Serafín.
El Señor contempló su pureza,
Y prendado de tanta hermosura
La exaltó con amor y ternura
Y por Reina del mundo la alzó.
Nuestra frente podemos ya libres,
Levantar al empíreo trono,
Terminó para siempre el encono
Que al Eterno la culpa causó.
Salve,salve, cantaban, María.
Que más pura que tú sólo Dios.
Y en el cielo una voz repetía:
Más que tú, sólo Dios, sólo Dios.
1. Con torrentes de luz que te inundan,
los arcángeles besan tu pie,
las estrellas tu frente circundan,
y hasta Dios complacido te ve.
2. Pues, llamándote pura y sin mancha,
de rodillas los mundos, están,
y tu espíritu arroba y ensancha
tanta fe, tanto amor, tanto afán.
3.¡Ay! bendito el Señor que en la tierra
pura y limpia te quiso formar,
como forma el diamante la sierra,
como cuaja las perlas el mar.
4. Y al mirarte entre el ser y la nada,
modelando tu cuerpo exclamó:
«Desde el vientre será inmaculada,
si del suyo nacer debo yo».
5. Flores, flores las nubes derramen
de la Virgen sin mancha en honor,
y su Reina los cielos la llamen,
y los hombres su Madre y su amor.
6. Ella pide virtudes por palmas,
corazones por templo y altar;
para luz de tus ojos, las almas
que pretenden su amor cautivar.
¡Oh Virgen de Concepción!
Madre querida de Dios
entre las bellas criaturas
la escogida fuiste Vos.
Eres más linda que el sol,
más blanca que la azucena
más brillante que la luna
y de gracia toda llena.
Tu primer nombre es María,
Santísima es el segundo,
de Concepción el tercero
y abogada de este mundo.
Vos tenéis dulce Señora
humildemente rendidos
y también arrepentidos
nos curéis de tan gran mal.
Esperando de vuestro Hijo
nos conceda lo deseado
y confiando en vuestra gracia
ya nos damos remediados.
Y al separarnos de Vos
nos vamos muy consolados
por ser nuestra medianera
y nuestra fiel abogada.
Ya se acercan los momentos
de retirarnos de Vos ¡Oh Virgen de Concepción adios, pues, adios, adios!
Sale al mundo con grata sonrisa,
desplegando candor y hermosura,
la doncella más grata y más pura,
la escogida por Madre de Dios.
Cual la mística y blanca azucena,
nos presenta su copa nevada,
Ella muestra su faz nacarada,
más radiante y más bella
que el sol.
El mortal extasiado miraba
la pureza sin par de María;
aterrado el infierno gemía,
a sus plantas de rabia y furor.
Los angélicos coros pregonan
de su Reina los dulces encantos,
por la esfera resuenan los cantos,
difundiendo consuelo y amor.
Todo el mundo
celebra sus glorias,
todo el cielo le rinde loores,
y el Divino Señor de Señores
contemplándola hermosa sonrió.
CORO:
Por eso el cristianismo
con grata melodía
repite de María
su nombre sin cesar.
Cual un botón de rosa
que bello se presenta,
así también se ostenta
María Virginal.
Ella es la más gallarda
Ella es la más hermosa,
es Reina poderosa,
del coro celestial.
Sus ojos brilladores
sus labios purpurinos
su talle peregrino
su aspecto Virginal.
Todo ello, todo indica,
que es Madre y es doncella
que no hay vestigio en Ella
de mancha original.
Su traje es la pureza,
su cetro la humildad,
en su alma la piedad,
e imperio celestial.
Sus galas juveniles
son todos los querubes,
y mil doradas nubes
ornan su pedestal.
De todas las virtudes,
su aureola centellea,
y a sus pies serpentea,
el dragón infernal.
Porque es un gran tesoro
la Virgen más perfecta,
la Virgen más selecta,
la Virgen más sin par.
Por eso exclamo yo,
también con voz festiva:
¡Viva María, viva,
la Virgen eternal!
Y triste del que necio
contrario a la razón:
la Limpia Concepción
quisiera audaz negar.
Coro:
Sagrada Reina del Cielo,
Luciente estrella del día.
Dame gracia con que os pueda
Cantar el AVE MARIA
Estrofas:
Por la gracia singular,
que del Angel vino en pos,
Sénos propicia María,
pues eres Madre de Dios.
Cuando el Arcángel Gabriel,
bajó lleno de alegría,
La salutación que dio,
fue Dios te salve María.
Los ángeles en el cielo,
te alaban con eficacia,
Jubilosos te aclamamos:
Señora llena de Gracia.
Yo postrado y reverente,
tu sacro nombre bendigo
Implorando tus mercedes,
porque el Señor es contigo
Más hermosa que la luna,
y más que todos los seres,
Por eso todos decimos:
Señora, Bendita Eres.
Más hermosa que ninguna,
sin duda Tú sola eres,
Porque fuiste la escogida,
entre todas las Mujeres
Con los ángeles del cielo,
te rendimos el tributo,
De cantarte aquí en la tierra:
Señora, Bendito el Fruto.
Cuando el sol nació en oriente,
brillando en eterna luz,
De tu rostro nació el alba
y de tu vientre Jesús.
¡Oh, quién merecer pudiera,
ser tu esclava, dueña mía,
Con un letrero en el pecho,
que diga: Santa María!
Los ángeles en el cielo,
te alaban con dulce voz,
Y nosotros en la tierra digamos:
Madre de Dios.
Hermosa flor de las flores,
gocemos tu intercesión,
Ruega por Nosotros Madre,
por tu limpia Concepción.
Madre tierna y cariñosa,
flor preciosa entre las flores
Tu Misericordia dale,
a los pobres pecadores.
Alta torre de David,
de Jacob escala fuerte
Ruega, Señora, por nos
en la Hora de la Muerte.
Pues, eres Madre de Dios,
la más firme luz y guía,
Digamos todos devotos:
Amén, Jesús y María.
Coro:
Tu gloria, tu gloria,
Gozoso este día
¡Oh dulce María!
Publica mi voz
Estrofas:
Oh Virgen, oh Madre,
Oh cándida estrella
Cuán pura cuán bella
La aurora te vio.
Tu faz reluciente
Al Orbe oprimido,
Del sol prometido
La luz anunció.
Tu mano potente
Después de mil penas
Las duras cadenas
Al hombre rompió.
De tierna doncella
Vencido se humilla,
Luzbel que a la silla
Suprema anheló.
La erguida cabeza
Pisó valeroso
Tu pie victorioso
Del fiero dragón.
Tú salvas al mundo
Tú aplacas al cielo,
Tú das a este suelo
Un rey salvador.
Los ángeles todos
Entonan hoy día,
Con gran armonía.
Un himno de amor.
Un himno a la niña
Más pura y más bella,
Que trajo con ella
Al Dios Redentor.
Mil veces felices,
Mil veces Señora,
Mil veces la hora
Que el mundo te vio.
Rendido mi pecho
Celebra tu gloria
¡Victoria, Victoria,
MARIA TRIUNFÓ!
Coro:
Salve, Virgen bella,
Pastora agradable,
De los pecadores
Amorosa Madre.
Estrofas:
Salve, templo vivo
Del Verbo Inefable
Madre de Dios Hijo,
Hija de Dios Padre.
Salve, Madre nuestra,
Luna inalterable
Incorrupto cedro
Palma hermosa, salve.
Salve de los cielos
Reina a quien constante
Angélicos coros
Rinden vasallaje.
Salve, ¡oh misteriosa
Zarza inexplicable!
Que en divino fuego
Exhalas volcanes.
De Jericó rosa,
Nos das deleitable
En suaves olores
Aromas fragantes.
Eres de David
Torre inexpugnable
Que si él fue pastor
Tú, Pastora amante.
Salve, ciprés santo,
Olivo que afable
Paces nos anuncias,
Glorias inmortales.
Salve, centro hermoso
Donde en virginales
Entrañas, un Dios
Tomó nuestra carne
Por tanto favor
Por dicha tan grande
Al bendito fruto
Pide que nos salve.
Salve, pastorcita
De entrañas amables
Por quien las ovejas
De Jesús renacen.
Escucha mis voces,
Remedia mis males,
Atiende a mis ruegos
Oye mis pesares.
Salve te repiten
Coros celestiales,
Y los hombres todos
También te alabamos
Toda hermosa eres María
Desde tu instante primero,
Pues la mancha original,
No tuvo en tu ser derecho.
Estrofas:
Por tu inmaculado ser,
Virgen y Madre del Verbo,
Del enemigo maligno
Déjanos, Señora. exentos.
Toda hermosa eres María
Toda hermosa, Virgen bella,
Toda hermosa, clara estrella,
Toda hermosa, más que el día.
Tú eres de Jerusalén,
La gloria y sumo contento,
Tú eres de Israel la alegría
Y honra del cristiano pueblo.
Tú eres de los pecadores,
La abogada a cuyo esfuerzo,
¡Oh, María! deben todos,
Tan favorable decreto.
¡Oh prudentísima Virgen!
De la castidad espejo
¡Oh clementísima Madre!
Abriga a todo tu gremio.
Pues tus hijos ¡Oh María!
Llenos de cariño santo
Te dirigen tierno canto
Demostrando su alegría.
Nicaragua que es tu pueblo,
Te canta con alegría
¡Viva en los cielos y tierra
La Concepción de María!.
Ruega por nosotros pía,
Tu intercesión sea presto
Porque nos confiera gracias
Jesucristo Señor Nuestro.
Coro: Del cielo ha bajado
la Madre de Dios:
cantemos el ave
a su concepción.
Ave. Ave. Ave María.
Ave. Ave. Ave María.
En Lourdes de Francia
su trono fijó
la Reina del Cielo,
la Madre de Dios.
Un largo Rosario
que el cielo labró
sostiene en sus manos
más puras que el Sol.
Son siempre los niños
imán de su amor,
y allá a Bernardita
su rostro mostró.
De luz rodeada
y eterno esplendor
la Reina del Cielo
así apareció.
Coro
Virgencita Incomparable,
de mi lira tierno amor.
Oye atenta el himno amable
que consagro a tu loor.
Oye atenta el himno amable
que consagro a tu loor.
que consagro a tu loor.
ESTROFAS:
Agraciada doncellita
más gentil que fresca aurora
que de lirio y rosa dora
la nevada y crespa sien.
que de lirio y rosa dora
la nevada y crespa sien.
la nevada y crespa sien.
Más garbosa que el lucero
que precede el nuevo día,
pues envidian su ufanía
los luceros que la ven.
Virgencita donairosa
más gallarda que la luna,
cuando en noche triste y bruma
de su sombra rasga el tul.
Más espléndida que el astro
que da al campo su verdura,
y a los cielos la hermosura
de su esmalte en vivo azul.
Admirable doncellita,
ni las fuentes cristalinas,
ni las flores peregrinas
me retratan tu primor.
Ya no encuentro quien te iguale
ni en los cielos ni en la tierra
porque el orbe nada encierra
que refleje tu candor.
CORO:
Eres tu pastora
tan linda y tan bella
que al sol aventajas,
la luna y estrellas.
que al sol aventajas,
la luna y estrellas.
ESTROFAS:
El cielo a tu vista
oscuro se muestra
y todos los astros
parecen tinieblas. (Bis).
Tus ojos divinos
son luces que alegran
la corte del cielo
con su refulgencia. (Bis).
Cual sol resplandece
que a nosotros ciega
y tu bello rostro
al cielo refleja. (Bis).
Tú sola eres linda,
tú sola eres bella,
tú sola agraciada,
tú sola perfecta. (Bis).
Mi vida te entrego,
mi ser y potencia.
Gobiérnalo todo,
pues eres su Reina. (Bis).
Salve, Azucena Divina,
gloria, gloria del alma inmortal,
condúcenos, Madre amable
a tu vergel, a tu vergel celestial.
Con mano temblorosa
dándote ¡oh María!,
una flor del alma,
una flor querida (Se repite)
Es flor que amor santo
con su fuente rica
de límpidas aguas
riega la Divina (Se repite)
Salve, Azucena Divina,
gloria, gloria del alma inmortal
condúcenos, Madre amable,
a tu vergel celestial.
Coro:
Adiós Reina del Cielo,
Madre del Salvador,
Adiós ¡oh Madre mía!
Adiós, adiós!, adiós!
Estrofas:
De tu divino rostro
La belleza al dejar
Permíteme que vuelva
Tus plantas a besar.
Al dejarte, ¡oh María!
No acierta el corazón,
Te lo entrego Señora,
Dame tu bendición.
Adiós, Hija del Padre,
Madre del Hijo, adiós.
Adiós ¡oh Madre mía!
Oh, casta esposa, adiós!
Adiós oh, Madre Virgen,
Más pura que la luz;
Jamás, jamás me olvides
Delante de Jesús.
Adiós, del cielo encanto,
Del universo honor;
Abraza el alma mía
En tu gloria y amor.
Alabado sea el Santísimo
Sacramento del Altar
Y María concebida
Sin pecado original. ( 3 veces)
Alabemos a la Reina,
De la corte celestial,
Que es María concebida
Sin pecado original.
Y los Angeles del cielo
Cantan hoy con alegría
Y nosotros en la tierra,
Alabamos a María.
Démosle al contrario guerra
Cantando con alegría,
¡Viva en los cielos y tierra
La Concepción de María!
Amén, Jesús y María,
San José es mi compañía,
Pues María es mi abogada,
Hasta en la última Agonía.
¿Quién causa tanta alegría?
¡La Concepción de María!
¡Viva la Concepción de María!
¡Viva, viva, viva!
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